Prefiero dos izquierdos que un amigo con derechos – La nueva voz de Caliope

Texto ::: Teresa Vergara Ángeles

Una relación amorosa conlleva diversas situaciones y algunas de ellas pueden ser incomprendidas para la sociedad, sin embargo, mientras la pareja esté de acuerdo, “que el mundo gire”.

Muchas de las veces el, problema puede ser, el no plantear los deseos, gustos y hasta necesidades desde un principio, en algunas ocasiones también deberíamos aprender a ceder, pero ceder no significa sacrificarse ni mucho menos humillarse o perder la dignidad.

La dignidad no se pone en juego, siempre debería ser un “no negociable”, aun antes de haber amor lo que siempre tiene que estar es el respeto, y por respeto a esa persona que está dispuesta a compartirnos una parte de su vida, su sexualidad y sus sentimientos.

Tendríamos que evitar situaciones que comprometan su dignidad o ser claros desde antes de empezar a “andar”, por ejemplo, pedirle a alguien que pase de ser la/el novia/o a ser amante o dicho de otra forma “amigo/a con derechos”-

Sería un caso de sugerir esta pérdida de dignidad, y puede ser un tanto abusivo ya que en ocasiones hay quien lo acepta por miedo a perder del todo a esa persona.

Porque obviamente ya involucró sus sentimientos y con ese sentir por enfrente puede no darse cuenta que la pseudo pareja quien se lo está proponiendo nunca la/o valoró, nunca le vio como alguien importante, con esto le demuestra que para esa otra persona es solo un artículo para fines sexuales.

Eso puedo doler demasiado, y no me refiero solo a la propuesta, sino al detrás de la misma, ha de ser como si te sacaran el corazón y mientras mueres te muestran como lo tiran a la basura diciéndote: esto ya no lo vas a ocupar en tus nuevas funciones.

Humillante, denigrante, indigno y lastimoso, pero la propuesta solo queda en quien la hace. El dolor de una propuesta así debería cambiar todo lo bello que se sintió un día por esa persona y transformarse en amor propio,

¿Por qué idealizar a quien te demuestra nulo interés por ti?

¿por qué temerías perder a quien NO quiso quererte?

¿por qué le darías a alguien el poder de pisotear tu dignidad?

No hay peor soledad que sentirte solo estando en pareja, y lo peor sería empezar una relación, enamorarte y que se transforme en alguien totalmente diferente, pero esa persona de quien te enamoraste y a quien idealizaste tal vez nunca existió.

Nos duele ver nuestros sueños rotos, nos duele perder a quien creíamos que era, no a la persona real que se te desenmascara; idealizamos a las personas al grado de llegar a romantizar sus “red flags”, pero el amor propio siempre nos sacará adelante y no se trata d satanizar una relación informal o sin compromisos, pero que te den un título y después te lo quite para pretender que sigas ejerciendo sin él es como bajarte de división.

Si una relación de amigos con derechos siempre es peligrosa porque una de las partes puede salir herida, en este caso ya sabemos quién se llevaría la peor parte.

Para este momento pudiste haber visto previamente conductas “raras” y ya estar algo o bastante lastimada y esto puede dificultar que te des cuenta de lo ridículo de la situación que te proponen, y si, puede doler hasta el alma imaginarte a esa persona con alguien más y que ahí si pueda entregarse como no quiso hacerlo contigo.

Para ese momento puedes estar sintiendo que te arrancaron tortuosamente algo aun que lleven poco tiempo, porque desilusionarte cuando todo iba bien, es como si en pleno vuelo te dejaran caer, pero ahí tomas tus cenizas y resurges como el ave Fénix, te agarras de tu amor propio y te das lo que esa persona no te dio, respeto.

Estamos compuestos entre el 50 y 70% de agua, y el agua y el agua fluye porque estancada apesta; el brillante que alguien trató como simple piedra tiene que brillar y aceptando una relación de “amigos con derechos” terminarías opacando su brillo.

En mi opinión, en cualquiera de las formas que esto pudiera darse, siempre será mejor tener 2 izquierdos, que un amigo con derechos.

Por esta semana hasta aquí dejo mis líneas y les comparto mi correo (teresvergara@gmail.com) para que me cuenten sus historias y juntos le podamos seguir dando “una nueva voz a Caliope”.

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